sábado, 26 de septiembre de 2015

Escuchar tu palabra

Detenerme junto al camino
y, en silencio, escuchar,
sí puedo, tu Palabra.

Sentarme sobre la tierra
y, con ternura, calmar,
sí puedo, sus dolores de parto.

Dejarme invadir por la vida
y, con pasión, acoger,
si puedo, sus yemas y frutos.

Meterme en el corazón del mundo
y, con franqueza, orarte,
si puedo, por sus alegrías y penas.

Y después...
esperarte sin prisas,
serenar mis ansias,
llamarte con calma,
abrirme sin pausa,
recibir lo que traigas
y estar, estar, estar...

Florentino Ulibarri