martes, 6 de octubre de 2015

Auméntanos la fe

La fe es abandonarse total y confiadamente en manos de Dios, sin esperar a verlo todo claro. Auméntanos la fe.

La fe es reconocer nuestras posibilidades y nuestros límites y depositar la propia vida en manos del auténtico Señor: Dios. Auméntanos la fe.

La fe es el salto libre del trapecista en el vacío, seguro de encontrarse con las manos de Amigo. Auméntanos la fe.

La fe es la brújula que orienta la vida, que la pone de cara al "norte", de cara a Dios y a cuantos nos necesitan. Auméntanos la fe.

La fe es abrirse a hacer la voluntad de Dios, que busca siempre nuestra felicidad y el bien de todas las personas. Auméntanos la fe.

La fe es atreverse cada día a tocar a Dios, seguros de que Él nos dará su fuerza. Auméntanos la fe.

La fe es poner en manos de Dios los problemas de las personas que amamos y, a la vez, ponerse manos a la obra para solucionarlos. Auméntanos la fe.

La fe es aceptar a Dios como respuesta no siempre fácil ni evidente, a los interrogantes del ser humano. Auméntanos la fe.

La fe es soñar despierto, arriesgar la vida, vivir en un sano inconformismo; es saber amar y esperar que es posible lo imposible. Auméntanos la fe.

La fe es creer en la fuerza del débil, en el poder transformador de la oración, en la “eficacia” de la acción que sólo Dios ve. Auméntanos la fe.

La fe es esperar, tras cada noche, la amanecida de un nuevo día; y, tras la muerte, una Vida Plena. Auméntanos la fe.