martes, 8 de diciembre de 2020

Ahora

Señor, ayúdame a seguir tus llamadas ahora, 
sin dejarlo para luego, inmediatamente;
aunque me cueste mucho abandonar lo que llevo entre manos:
aunque tenga que renunciar a seguridades y comodidades,
aunque no sepa dónde me conducirás y cómo viviré;
aunque no me prometas un camino de rosas:
pero con la confianza de que Tú nunca me fallarás,
cumplirás tu promesa de estar siempre con nosotros,
compartiendo tu amistad, tu sueño, tu lucha, tu cruz y tu gloria.

Señor, ayúdame a seguir tus llamadas ahora, 
sin dejarlo para luego, inmediatamente;
esas llamadas que puedo escuchar en mi conciencia, en tu Palabra,
 y en el hambre de justicia, amor, esperanza y paz de cada persona. 
Amén.