martes, 8 de diciembre de 2020

Se conmovían tus entrañas

Señor Jesús, 
Tú te acercaste a los más pequeños y necesitados, 
porque se conmovían tus entrañas.
No rechazaste la compañía de tullidos, ciegos, lisiados, sordomudos...
porque se conmovían tus entrañas.
Fuiste amigo de los marginados: enfermos, pecadores, mujeres…
porque se conmovían tus entrañas.
Compartiste con ellos tu palabra, tu pan, tu fuerza, tu amor…
porque se conmovían tus entrañas.

En este Adviento, me miras con ternura, te acercas a mí
y me ofreces tu palabra, tu pan, tu fuerza, tu amor, tu paz,
porque se conmueven tus entrañas.
Que sepa acercarme a Ti y abrirte las puertas de mi corazón.
Que, a tu lado, sepa conmoverme ante las personas que sufren
y comparta agradecido lo mucho que Tú me has dado.
Siempre como Tú y contigo. Amén.