miércoles, 26 de abril de 2023

Pruebas

Ayer como hoy, Señor Jesús, te cansas de nuestra incredulidad. Hace 2000 años, curabas ciegos, cojos, mudos; alimentaste a miles de personas con unos pocos panes; tus palabras y tus gestos cambiaban la vida de tanta gente... Sin embargo, los fariseos te pedían un signo del cielo.
 
También nosotros exigimos continuamente pruebas para creer en ti, en vez de abrir los ojos para ver las maravillas que suceden a nuestro alrededor: pobres que ayudan a otros pobres, personas que están cerca de quienes más sufren, niñas que rompen la hucha para compartir, misioneros que lo dejan todo para servir en países del tercer mundo, hombres y mujeres que se desviven por sus familias, por sus vecinos…
 
Danos unos ojos nuevos para ver los milagros de la vida cotidiana, para verte en los mejores momentos y en los más duros.