lunes, 21 de septiembre de 2015

Bendigo al Señor en todo momento

Bendigo al Señor en todo momento,
su alabanza está siempre en mi boca;
mi alma se gloría en el Señor:
que los humildes lo escuchen y se alegren.



Los ojos del Señor miran a los justos,
sus oídos escuchan sus gritos,
pero el Señor se enfrenta con los malhechores
para borrar de la tierra su memoria.

Cuando uno grita, el Señor lo escucha
y lo libra de sus angustias;
el Señor está cerca de los atribulados,
salva a los abatidos.

Salmo 33