jueves, 24 de septiembre de 2015

Cuando llenas mis velas

Cuando llenas mis velas
e impulsas mi navío hacia adelante,
hacia la luz que surge en el levante,
ella me atrapa y todo lo recrea.

Cuando soplas como el viento de la tarde
y tu presencia me envuelve y me transporta,
se rompen las amarras, ya no importa
conocer el camino. Tú lo sabes.

Tú, que trazas sendas siempre nuevas
y en las estrellas señalas el camino,
Tú, que haces del horizonte mi destino
y arrancas mi barco de la escollera.

Dame de tu brisa la sabiduría,
para escuchar su Palabra y comprenderla,
para abrir el corazón y contenerla
y en su Pasión emprender la travesía.

Tú, que eres la brisa que besa la mañana,
arrancando a las olas su sonrisa,
Tú, que eres el manto tibio que suaviza
el frío que me trae la madrugada.

Acaricia con tu voz mi pensamiento,
iluminando profecías en mi alma,
lléname de tu paz y de tu calma
y enciende en tu Amor mis sentimientos.

Tú, que eres la pureza de una noche limpia,
en la que el mapa del cielo se desvela.
Tú, que eres la luz que en misterio se revela
y das sentido a la historia que inhabitas.

Dame tus ojos para ver lo que Tú quieres
y la mirada que penetra los misterios,
rompe las cadenas de mi cautiverio
y hazme libre para elegir lo que prefieres.