Aquí estoy;
azotado por el viento
y adelgazado por los besos y encuentros,
ya soy hueco,
hueco que se ofrece,
como regazo y descanso,
a Ti, Señor,
y a todos los que andan por la vida
con los pies cansados,
las espaldas dobladas
y la mirada triste y perdida.
Aquí estoy,
soy hueco que se expone y ofrece
a tu Espíritu.
Moldéame a tu gusto
y sigue haciéndome
hueco y regazo
donde el aire cante y silbe
y la vida crezca y descanse.
Aquí estoy;
soy hueco expuesto a tus encuentros,
besos
y sueños.
Florentino Ulibarri