miércoles, 23 de septiembre de 2015

Oración del publicano

¡Oh Dios!, ten compasión de este pecador.
Ten compasión de mí, que soy una calamidad.
Caigo dos, tres, cien veces con la misma piedra.
Conozco tu evangelio y, sin embargo, tantas veces no soy capaz de vivirlo.
Amo a medias. Me descubro más egoísta que generoso.
Soy más cómodo que arriesgado, más incoherente que cumplidor.
Pero tú, ayúdame, porque te necesito.
Y yo sé que con mi fragilidad tú puedes hacer maravillas.

(Sobre un texto de rezandovoy.org)