miércoles, 9 de septiembre de 2015

Oraciones para el caminante

1. Yo te veo, Señor, con un hierro encendido
quemándome la carne hasta los huesos.
Sigue, Señor,
que de ese hierro han salido
mis alas y mi verso.

2. Nadie fue ayer
ni va hoy ni irá mañana
hacia Dios
por este mismo camino
que yo voy.
Para cada hombre guarda
un rayo nuevo de luz el sol...
y un camino virgen,
Dios.

3. No conozco este camino.
Y ya no alumbra mi estrella
y se ha apagado mi amor.
Así... vacío y a oscuras,
¿a donde voy?
Sin una luz en el cielo
y roto mi corazón...
¿cómo saber si es el tuyo
este camino, Señor?

4. Hazme una cruz sencilla,
carpintero...,
sin añadidos
ni ornamentos...,
que se vean desnudos
los maderos,
desnudos
y decididamente rectos:
los brazos en abrazo hacia la tierra,
el astil disparándose a los cielos.
Que no haya un solo adorno
que distraiga este gesto:
este equilibrio humano
de los dos mandamientos...
Sencilla, sencilla...
Hazme una cruz sencilla, carpintero.