domingo, 13 de septiembre de 2015

Profeta de las naciones

Antes de formarte en el vientre me conociste;
antes que saliera del seno  me consagraste,
me constituiste profeta de las naciones.
Yo dije: ¡Ah, Señor, mira
que no sé hablar, pues soy un niño!
Y Tú me respondiste:
"No digas 'soy un niño'
porque irás adonde yo te envíe
y dirás todo lo que yo te ordene.
No les tengas miedo,
pues yo estoy contigo para librarte,

Entonces alargaste tu mano,
tocaste mi boca y dijiste:
"Mira, pongo mis palabras en tu boca:
en este día te doy autoridad
sobre naciones y reinos,
para arrancar y arrasar,
para destruir y derribar,
para edificar y plantar"

Señor, me has llamado de nuevo.
No por ser el más fuerte o el mejor.
Me llamas porque me quieres.
Te fías de mí, te vuelves a fiar,
a pesar de que no lo hice todo bien.

Tengo miedos, porque a veces me canso,
me viene la duda, la tentación
no encuentro sentido al trabajo.

Tengo miedos, muchos miedos,
porque mucha gente no me entiende,
y me desanimo.

Pero escucho tu Palabra:
"No temas, yo estoy contigo"
y me lleno de gozo.

Responder a tu llamada
es lo mejor que me puede pasar.
Será motivo de alegría para mí
y tu bendición llegará a muchos.