domingo, 4 de octubre de 2015

Para dar gracias por todo

Gracias por mi familia, por todos los míos:
mis padres, mis hermanos, mis abuelos...
mi mujer, mi marido, mis hijos, mis nietos...
Gracias por mis amigos, mis vecinos, mis compañeros.
Gracias por mi cuerpo, mis ojos,
mis oídos, mis brazos, mis pies,
mi inteligencia y mi capacidad de expresarme.

Gracias por mi casa, mi trabajo, mi comunidad,
mi pueblo, mi ciudad, mi país...
Gracias por las cosas que uso: mis vestidos, mis zapatillas,
mi colonia, mi radio, mi cama, mi reloj, mi coche...
Gracias por la lavadora, los grifos, la electricidad,
las lámparas, el teléfono, el ordenador,
la batidora, los platos...
Gracias por las tijeras, la escoba,
las llaves, las gafas, el paraguas, '
el jabón, el peine, las ruedas,
las sillas y el sofá, el bolígrafo, el lápiz...
Gracias por el sol, la luna, las estrellas,
los cometas, las nubes,
el aire, el viento, la luz, el frío, el calor..
Gracias por la montaña, el mar, el bosque, la alameda,
la playa, el desierto, el oasis, la selva, las praderas...
Gracias por los árboles, el césped, las semillas, las flores,
los frutos, las huertas, los campos y los invernaderos...
Gracias por los caminos, sendas y autopistas,
por los túneles, puentes y vías férreas,
por los refugios, calles, plazas y jardines,
por los parques, polideportivos y piscinas,
por los zoos y las áreas de recreo,
por los bares, las salas de fiesta y los campings...

Gracias por los perros, gatos y golondrinas,
los delfines, los buitres y las palomas,
por las ardillas, los burros y caballos,
por todos los animales salvajes y domésticos...

Gracias por los materiales: la madera, el plástico, el mármol,
el barro, el papel, el vidrio, el cemento, las telas,
la piedra, el adobe, el cartón, la fórmica...

Gracias por las legumbres, las verduras,
las frutas, los zumos,
el café, el pan, las especias, la leche, el vino...
sin olvidarme nunca del agua.

Gracias por el arte, los pintores, escultores y arquitectos,
artesanos y publicistas, escritores, actores,
cantantes, gente de circo, de la noche y de la fiesta...

Gracias por todos los que se ocupan de los demás.
Gracias por todos los que llenan de interrogantes
y respuestas nuevas mi vida tranquila:
por los que tienen dolores, pasan hambre,
sufren miserias y vejaciones,
están en paro, carecen de instrucción, sufren la injusticia,
no tienen el cariño de nadie, tienen que emigrar, malviven,
y nadie defiende sus derechos...

Gracias porque me quieren,
porque me quieres,
porque te quiero,
porque puedo conocer las necesidades de mis hermanos
porque no tengo grandes pretensiones;
porque no quiero ser ni tener más que nadie,
porque sé que estarás a mi lado siempre...

Gracias por conocer a tanta gente buena y acogedora,
alegre, positiva, solidaria, humilde, sincera...

Gracias por los que me enseñan a vivir mejor,
por los que me hacen caer en la cuenta de que hay cosas
más importantes que yo.

Gracias por mis días tranquilos y alegres,
por todo lo que he vivido,
por este momento,
por cada instante de consciencia y fe
que me hace acercarme a Ti.
Gracias, Señor