sábado, 12 de diciembre de 2015

Salmo desde la vida y la luz

Nosotros buscamos tus huellas, Señor, en la vida de tu tierra; buscamos tus huellas profundas en la luz que inunda tus cielos. Tu gloria, oh Dios, alabamos en tus oras y nos llena de alegría; la obra de tus manos, Señor, es un canto a tu bondad y belleza. El día al día, la noche a la noche, comunican tu mensaje de amor, y nuestro corazón joven se llena de gozo y entusiasmo ante tu presencia.
¡Bendito seas, Señor, en la luz y en la vida de tus obras!

Como la brisa suave, como el rocío de la mañana, Señor nuestro, tu mensaje nos llega derrochando la grandeza de tus manos. La tierra toda está salpicada de tu amor y tus prodigios, y tu rostro se descubre al oír de cerca tus pisadas. Tú te haces presente en la lluvia y en la flor, en la nieve y la luz; te haces presente en el canto de los pájaros y el balar de los corderos.
Oh Dios de la vida, que inundas la existencia de tu vida y ternura. Oh Dios de la luz, que penetras todo y lo llenas de alegría. ¡Bendito seas, Señor, en la sencillez del vuelo de un pajarillo!

Tú has levantado en el mar una tienda para el sol y habitas en sus aguas; tú has sembrado luz de estrellas en sus alas y caminas como el viento, te recreas en la inmensidad de tus mares y tus playas, y te asombras de la vida que sus entrañas llevan dentro.
Eres grande y nosotros te alabamos con el corazón gozoso. Eres grande y nosotros aplaudimos la vida que has derrochado. Eres grande, Señor, y onzas dado la vida para que la vivamos. ¡Bendito seas, Señor, en la pureza de la nieve, en lo alto de la cumbre!

Aquí me tienes en busca de mis raíces, de mi historia; aquí me tienes con ganas de ser verdadero y libre; aquí me tienes con gansa de salir de mi egoísmo y vivir en amor; aquí me tienes sin definirme como soy, sin poseerme en mi realidad. Aquí me tienes con ganas de cambiar, de vivir otro estilo; aquí me tienes con ganas de ser hombre nuevo, hombre en pie.

Ayúdame, Jesús amigo, a no venderme a los más fácil y vacío; ayúdame, Jesús amigo, a romper con las amarras que me esclavizan; ayúdame, Jesús amigo, a romper la concha donde estoy encerrado; ayúdame, Jesús amigo, a superarme, a buscar la cumbre. Ayúdame, Jesús amigo, a hacer de mi vida un estilo como el tuyo; ayúdame, Jesús amigo, a hacerme hombre según la norma de tu Evangelio; ayúdame, Jesús amigo a tenerte a ti como Modelo de Hombre.

Quiero ser original y no copiar modas, ni vestir anuncios; quiero ser auténtico y no perder mi verdad por la imagen barata; quiero ser valiente y no buscar componentes a mi vida; quiero ser enérgico, decidido y no andar en duda continua. Quiero, Jesús amigo, ser fiel a la palabra que me has dado; quiero ser constante en el amor, en la amistad que ha nacido en mí, quiero, Jesús amigo, ser creativo, vivir desde el centro de mí mismo; quiero ser yo, desde mi YO profundo y vivir desde mi corazón.

Aquí estoy, Jesús amigo: quiero encontrarme y sólo desde ti me encontraré; dame conocimiento de mí mismo a la luz de lo que eres Tú; dame conocimiento de lo que soy a la luz del hombre del Evangelio. Sólo quiero, Señor, Jesús, vivir como hombre nuevo, el Proyecto de vida que tu Padre y Padre nuestro me entregó, y llevarlo a cabo para así dar gloria a Dios de corazón.wqk