lunes, 21 de septiembre de 2015

Guíame al desierto

Ayúdame a hacer silencio Señor, quiero escuchar tu voz. Toma mi mano, guíame al desierto, que nos encontremos a solas, Tú y yo. Necesito contemplar tu rostro, me hace falta la calidez de tu voz, Caminar juntos…..callar para que hables tú.


Me pongo en tus manos, quiero revisar mi Vida, descubrir en que tengo que cambiar, afianzar lo que anda bien.
Ayúdame a dejar a un lado las prisas, las preocupaciones que llenan mi cabeza

Me tienta la seguridad, el “saberlas todas”, tenerlo todo “clara”, no necesitarte. Total, tengo todas las respuestas. Me tienta el activismo. Hay que hacer, hacer y hacer. Y me olvido del silencio, aflojo en la oración, ¿leer la Biblia?, para cuando haya tiempo…

Me tienta el separar la Fe y la Vida. Leer el diario, ver las noticias, sin indignarme evangélicamente, por la ausencia de justicia y la falta de solidaridad. Me tienta la incoherencia de hablar mucho y hacer poco. Mostrar facha de buen cristiano, pero adentro, donde tu y yo conocemos, tener mucho para cambiar. Me tienta ser el centro del mundo, que los demás giren a mi alrededor, que sirvan en el lugar de servir.

Me tienta la falta de compromiso, hacerme el distraído. Acostumbrarme a que otros sufran, y tener excusas razones, que no tienen nada de Evangelio.
Me tienta el dejarlo para mañana, cuando hay que empezar a cambiar hoy.
Me tienta creer que te escucho, Cuando escucho mi voz…

Llévame al desierto Señor, despójame de lo que me ata, sacude mis certezas y pon a prueba mi amor…Para empezar de nuevo, humilde y sencillo, con fuerza y espíritu, para vivir fiel a tu mensaje de Amor."

Marcela Campagnoli