viernes, 9 de octubre de 2015

Aminando junto a mí

No camines delante de mí,
que no podré seguirte.

No camines detrás de mí,
pues no sabré adonde ir

Camina, Señor, junto a mí,
para ser mi amigo y guía.

Así yo podré seguirte
y sabré adonde ir.

Y si un día me desdigo
y cambio de opinión
y te digo que no te necesito,
no me hagas caso, Señor,
¡sigue caminando junto a mí!