¿Por qué me aflijo por no tener descendencia, si Tú, Señor, vales más que diez hijos?
¿Por qué lloro si no tengo el amor de una persona, si tu amor, Señor, es el más grande y siempre está conmigo?
¿Por qué estoy triste, cuando mis proyectos fracasan, si amarte, Señor, es el proyecto más apasionante?
¿Por qué siento envidia por no tener el cuerpo, las capacidades o los bienes materiales que otros poseen, si Tú, Señor, eres la mayor riqueza y has querido nombrarme tu heredero?
¿Por qué me siento decepcionado cuando mi familia o mis amigos no están a la altura, si Tú, Señor me cuidas y me ofreces mucho más de lo que puedo imaginar?
¿Por qué sufro cuando ... si Tú ....?
Te tengo a Ti, Señor, siempre, para todo.
Se aleja el desazón, la tristeza y el miedo.
Crece la paz, la alegría y la esperanza.
Gracias, Señor!!!