domingo, 31 de octubre de 2021

Anunciar el Reino

Te damos gracias, Jesús, porque, a través de las parábolas, nos has mostrado el corazón compasivo de Dios, un Dios Padre con corazón de madre; que siempre nos mira con un amor inmenso, nos acoge con una sonrisa emocionada y un abrazo generoso; un Dios sembrador que esparce en nuestro corazón las mejores semillas y nos regala a cada uno abundantes talentos y capacidades; un Dios que prepara una gran fiesta, donde se celebra la vida, el perdón y la liberación definitiva de todo lo que esclaviza y degrada al ser humano; un Dios que garantiza un futuro feliz a todos los pobres Lázaros del mundo; un señor generoso que premia mucho más según el amor que siente hacia los trabajadores que por el fruto que éstos hayan conseguido…

Danos luz para encontrar palabras, parábolas y comparaciones, tomadas de la cultura y de la vida de hoy; que sepan tocar el corazón de los niños y de los jóvenes; de quienes se han separado de Ti o de tu Iglesia; de los que dudan y necesitan razones para creer y esperar; de las personas que necesitan alimentar su trabajo y su compromiso solidario en tu amor. Danos luz, Señor, y fuerza para acompañar las palabras con una vida que derroche generosidad y ternura, como Tú y Contigo. Amén.