viernes, 24 de marzo de 2023

Dejarme iluminar

También yo, Señor, padezco ceguera. A veces no veo ni mis errores ni mis talentos, no acierto a descubrir qué me está ayudando y qué me está hundiendo, confundo las apariencias con la realidad, no veo cuál es el camino a tomar y el futuro se me antoja cargado de nubarrones; tampoco percibo con claridad tu presencia en mi vida y en la historia del mundo.
 
Señor, me pongo en tus manos, confiadamente, como el ciego del Evangelio. Necesito acoger tu luz, tu amor, tu fuerza sanadora, como tantas personas que se encontraron contigo. Yo soy Nicodemo y la Samaritana, el endemoniado de Cafarnaún y el paralítico, la pecadora perdonada y la hemorroisa, la hija de Jairo y el ciego de Jericó, Zaqueo y Lázaro; el ladrón y Pedro.
 
Que sepa dejarme iluminar como san José. Aunque estaba confundido y angustiado por el embarazo incomprensible de María, no tomó decisiones “en caliente”. Esperó a que Tú le ayudaras a ver con claridad. Y cuando recibió la luz del cielo acogió a María sin reservas.
Señor, ilumina nuestro camino, el camino de nuestras familias y comunidades. Danos un corazón abierto a tu luz. Amén.