Señor, ayúdame a poner en práctica esta norma,
Si quiero que me traten con dignidad,
que yo respete a todos, a quienes estén arriba y abajo.
Si yo quiero ser corregido con cariño de mis fallos,
que yo corrija buscando el mejor momento y las mejores palabras.
Si me hace daño que me pidan lo que no puedo dar,
que no exija a nadie demasiado.
Si me gusta que las personas queridas estén pendientes de mí,
que no me encierre en la burbuja de mis intereses.
Si respiro cuando me perdonan y me dan una nueva oportunidad,
que sepa comprender y no dé a nadie por perdido.
En fin, Señor, que trate a los demás como yo quisiera ser tratado.
Mejor aún: que trate a los demás como Tú nos tratas a nosotros.
Amén.