martes, 15 de septiembre de 2015

Brazos abiertos

Más abiertos aún
los brazos,
para abarcar
a quien necesita
una cuna para su dolor.



Más abiertos,
mostrando
una desnudez
que no esconde malicia.

Más abiertos,
y de tan abiertos un poco quebrados,
que no hay quien los sostenga,
solo dos clavos.

Un rostro exhausto,
pero aún capaz de ver
a la madre,
al amigo,
al enemigo
y para todos balbucear
amor, perdón o futuro.

José Mª Rodríguez Olaizola, sj