domingo, 4 de octubre de 2015

Capitán de mi alma

Gracias, Señor, por todas las personas que no apagan su bondad en la noche de la maldad;

que se abrazan con fuerza a la compasión, para no dejarse llevar por el viento del resentimiento;

que no se arrodillan ante el poder y el dinero, ante el chantaje y la comodidad;

Gracias por las personas que siguen teniendo un corazón libre para amar y luchar, aún cuando sus manos y sus pies están encadenados;

que son capaces de dar la vida por los que sufren, sin atentar contra quienes piensan y actúan distinto;

que siguen luchando por la justicia y la verdad, un día, un año y toda una vida, a pesar de incomprensiones y persecuciones.

Señor, gracias por la luz y fuerza interior que das a estas personas. Ayúdame, también a mi, a ser el amo de mi destino, el capitán de mi alma.

Adaptación de un texto de William Ernest Henley