viernes, 6 de mayo de 2016

Se acerca vuestra liberación

¡Vamos, levantaos,
se acerca vuestra liberación!
Hay signos a vuestro alrededor.
¿No los veis en el barrio, en la fábrica,
en esos que acampan indignados,
en la comunidad, en vuestra propia casa
y en vosotros mismos, sin ir más lejos?
Restregaos los ojos,
mirad con esperanza el horizonte,
escuchad las buenas nuevas,
dejaos despertar por la brisa.
¡Dios está muy cerca!


¡Venga, levantaos,
alzad la cabeza y el corazón!
La gente se angustia por todo
y anda sin aliento, dando tumbos
de acá para allá, viviendo sin vivir,
cargada de miedos y responsabilidades,
echando a perder su vida,
corriendo tras fuegos fatuos,
espejismos del desierto,
y vagas añoranzas.
Recobrad el aliento.
¡Dios está muy cerca!

¡Ánimo, levantaos
y permaneced despiertos!
No se os embote la mente
ni desboque el corazón
con tanta preocupación sobreañadida:
qué os pasará mañana,
cuánto ganaréis y podréis gastar,
cuándo sucederá eso y porqué,
cómo escaparéis de la red de la moda,
de la fiebre de las rebajas...
Os toca nadar contra corriente.
¡Dios está muy cerca!

¡Hala, levantaos,
y caminad con ilusión renovada!
Otead el horizonte con serenidad y agudeza.
Vivid atentas a los susurros,
lloros, gritos y risas
de la humanidad entera.
Dejad lo vano y lo estéril.
Preparad vuestras entrañas para la acogida
y llegad al "Cuerno de África".
Brotad a la vida.
Su rocío ya nos llega.
¡Dios está muy cerca!


Florentino Ulibarri