Te damos gracias Señor, por estas experiencias que hemos compartido.
Por este trabajo en el que hemos ido descubriendo el valor de un tiempo,
que muchas veces pensamos es un "tiempo muerto"
Ayúdanos para que este sea un tiempo dedicado,
primero a nosotros mismos: Que aprendamos a practicar
el silencio que ahonda nuestro interior y que nos ayuda
a conocernos y entendernos.
Que sea tiempo para hacernos preguntas,
de reflexión, de profundizar nuestro espíritu crítico
para conocer el mundo que vivimos.
Que sepamos dedicarlo también a los demás abierta
y generosamente, compartiendo experiencias, aficiones,
opiniones, y así, juntos, ir creciendo en amor.
Que aprendamos a vivir, Señor, con alegría y esperanza,
sin agobios, sabiendo que cuidas de nosotros.
Te lo pedimos a Tí, que eres nuestro refugio y fortaleza,
que eres el AMOR.