lunes, 2 de mayo de 2016

Tu ternura nos envuelve

Te damos gracias, Señor, porque nos has mirado con amor,
porque tu ternura no se detiene ante nuestra pequeñez.
Tu cariño de Padre nos envuelve, nos alienta,
aún antes de que hubieramos nacido.

Tu nos llamas, Señor, a vivir en la confianza, en el amor;
nos llamas a abrir nuestro corazón de par en par,
nos llamas a seguirte con la ayuda de un grupo,
con la ayuda de una comunidad que me acompañe y anime.

Sin embargo, tenemos miedo; no nos acabamos de decidir.
Tenemos miedo a perder nuestra ideas, nuestra forma de ser
Tenemos miedo que no nos tomen en serio y nos utilicen.
Tenemos miedo a sentirnos inseguros, incomprendidos.

¿Cómo terminar con esta desconfianza en los hermanos?
¿Cómo dejar atrás los miedos a la hora de compartir la vida?
Danos, Señor, la fuerza de tu Espíritu de amor,
hazme sentir mi flojedad cuando me quede solo,
hazme experimentar la alegría de ser comunidad.