Señor, danos luz y fuerza,
para afrontar y superar las pruebas
que la vida nos presenta.
Tú no nos pruebas ni nos tientas.
Nos tiendes continuamente tu mano,
para levantarnos de toda dificultad.
Enséñanos a perdonar
cuando sintamos razones para odiar,
porque Tú eres misericordia.
Sostén nuestra esperanza
cuando crezcan los motivos para desesperar,
porque Tú eres el futuro.
Aviva nuestro compromiso
cuando los esfuerzos parecen inútiles,
porque Tú eres entrega.
Ensancha nuestra sonrisa
cuando afloren lágrimas de tristeza,
porque Tú eres consuelo.
Multiplica nuestra generosidad
cuando todo nos parezca poco para vivir,
porque Tú eres providente
Mantén la luz de la fe
cuando te sintamos lejano y ausente,
porque Tú eres fiel.
Señor, danos luz y fuerza
para que las pruebas, dificultades y tentaciones
nos ayuden a amar más y mejor,
a Ti y a los hermanos.
