domingo, 4 de octubre de 2015

Fe de mujer cananea

Gracias, Señor, por el don precioso de la fe, porque creo en ti.

Gracias porque sé (y a veces siento) que Tú me amas, me acompañas, me perdonas, me impulsas a trabajar en favor de los que sufren, de los pobres, de un mundo más justo.

Gracias, Señor, por las personas que sembraron la fe en mi corazón; gracias por los creyentes en los que apoyo mi fe; gracias por los que apoyan su fe en la mía.

Ten compasión de mí, porque a veces no te entiendo y dudo, porque en ocasiones pienso que te has olvidado de mí, de los míos, de los pobres. Y tengo la tentación de dejar de rezar, de alejarme de ti.

Socórreme, para que sólo Tú seas mi Camino, mi Verdad, mi Vida; para que te siga adonde quiera que vayas, sabiendo que sólo Tú das a mi corazón la felicidad y la paz más grandes. Amén.