viernes, 26 de julio de 2024

Conviértenos al camino de la humildad, la confianza y el amor.

 

Cuando nos creemos más santos que los demás,
cuando hablamos de amor, pero no ayudamos ni nos dejamos ayudar,
cuando no apreciamos los talentos del prójimo,
cuando estamos demasiado seguros de nosotros mismos,
cuando no nos reconocemos pecadores ni nos convertimos,
cuando creemos que nos salvamos por nuestras obras,
cuando nos creemos más sabios que Tú, Señor…
 
Entonces se hacen realidad tus palabras:
el publicano que reconoce su error va por delante,
la prostituta que se deja amar y salvar va por delante,
el pobre que se alegra con las victorias ajenas va por delante,
la discípula siempre dispuesta a aprender va por delante,
el pecador que se arrepiente de corazón va por delante,
el niño que se deja abrazar por su madre va por delante,
la persona que se estremece ante tus palabras va por delante…
 
Señor, no permitas que el orgullo nos cierre el paso de tu Reino.
Conviértenos al camino de la humildad, la confianza y el amor.
Amén.