Siempre nos parece que son los otros los que escogen los primeros puestos, Señor. Tenemos mucha facilidad para darnos cuenta. Pero también yo, en algunas ocasiones, deseo y busco posiciones de privilegio, no me gusta que me traten como uno de tantos. Muchas veces pienso: ¡Yo merezco algo mejor! Ayúdame a reconocer estas actitudes en la vida cotidiana.