domingo, 27 de octubre de 2019

Me cuesta rezar

Porque por mucho que practique no logro saber si realmente estoy hablando contigo. Me cuesta concentrarme y se me va el santo al cielo en cada momento. Se me agotan las palabras o me sobras demasiadas. Tanto por defecto como por exceso siempre me paso, Señor.

Tú nos diste como guía el Padre nuestro, y es siempre el modelo y centro de mis oraciones. Pero me siento atraído a decirte muchas más cosas. Sabes que a un hijo le gusta comentarle y, sobre todo, pedirle muchas cosas a su Padre. Sobre todo cuando ha tomado confianza con Él. ¡Y tengo tantas necesidades!

Dame paciencia para escucharte, para saber oír en el silencio de tus respuestas. Dame la sabiduría de saber vivir según tu Palabra y de aplicarla a mi vida. Dame las fuerzas de saber esperar y de aguardar en los últimos lugares, sin prisas ni grandes ambiciones. Y dame la actitud de estar siempre disponible, con todas las cualidades que Tú me has regalado al servicio de los demás.