viernes, 22 de julio de 2022

Espíritu maestro

Espíritu de Dios…

Enséñame la humildad y la gratitud
de vivir contento con lo que tengo,
de agradecer cada encuentro.

Enséñame que solo se vive en cristiano
cuando se tiende la mano al que sufre,
se busca sin fin al perdido y se abre la casa al de fuera.

Enséñame esa ley misteriosa de la vida
de que abrazar lo nuevo exige soltar lo gastado.

Recuérdame que Dios me quiere
sin límite, sin medida, sin fecha de caducidad.

Recuérdame, una y otra vez, que todos somos hermanos,
que no hay nadie que quede fuera de la fraternidad.

Recuérdame, en fin, que el paso del tiempo
no gasta las cosas ni mata los sueños
que tienen aroma de eternidad.

Severino Lázaro, sj (adaptación)