viernes, 22 de julio de 2022

Por qué nos has tratado así

Padre, me impresiona la escena de Jesús perdido y hallado en el templo.

Me impresiona la fuerza de la vocación de Jesús, a los 12 años, que se sabe tu Hijo querido, que te ama con todo el corazón y se ocupa “de tus cosas”; que se queda entre los maestros para preguntarles y escucharles, y así entender lo que por primera vez ha visto y oído en el gran templo de Jerusalén, tan distinto de la sinagoga de Nazaret. ¡Padre bueno, ayúdame a vivir mi vocación con decisión, con alegría, con generosidad, con pasión, como Jesús y con Jesús!

Me impresiona la actitud responsable, sincera y orante de María. Responsable, porque se dedica a buscar al niño Jesús; sincera, porque no le oculta su disgusto y le pregunta “por qué nos has tratado así”; orante, porque conserva en su corazón todo lo sucedido, malentendido incluido, para que Tú, poco a poco, le ayudes a ver claro. ¡Padre bueno, ayúdame a vivir los conflictos y malentendidos, como María y con María!

En tu corazón de madre nos refugiamos, Santa María. Contigo encontraremos respuestas a nuestras preguntas y fuerza para vivir enamoradamente nuestra vocación.