viernes, 22 de julio de 2022

Mirar atrás

Siento el deseo de ser misionera, pero primero debo acabar la carrera.
Me gustaría rezar todos los días, pero otras tareas urgentes me ocupan.
Quisiera compartir una parte de mi dinero, pero antes tengo que pagar la casa.
Desearía dedicar tiempo a mis padres, pero tengo tanto que hacer.
Me gustaría tener un empleo más enriquecedor, pero no quiero perder la seguridad del que tengo.
Siento la llamada a trabajar por los demás, pero sin renunciar a ninguna de mis aficiones.
 
Gracias por las personas que optan decididamente por Ti, por tu Reino, por las personas más necesitadas.
Gracias porque nunca he quedado defraudado cuando he renunciado a mis planes para seguir los tuyos.
Sigue calentando mi corazón, ensanchando mi mente y moviendo mis pies, para seguir tus llamadas y construir tu Reino, como Tú y Contigo.