viernes, 22 de julio de 2022

Sin mí no podéis

Señor Jesús, cura nuestra fiebre de orgullo,
que nos lleva a creernos personas todopoderosas,
a no reconocer que hemos recibido todo lo que tenemos,
a actuar por nuestra cuenta, sin pedirte luz y fuerza,
a cerrarnos a la ayuda de tantas personas buenas y sabias.

Señor, danos un corazón sabio, un corazón humilde;
para que sepamos reconocer nuestra pequeñez
y nos abramos al gozo de crecer y trabajar contigo.
Que sepamos acoger tu gracia en la buena gente que nos rodea;
en el silencio de la oración y en la celebración de los sacramentos;
en los deseos más hondos y limpios de nuestros corazones;
en la comunidad de los que queremos amarte y seguirte.
Amén.