domingo, 25 de abril de 2021

A vino nuevo, odres nuevos

Señor, Tu sabes que me dejo llevar por las rutinas de siempre.
A veces confundo la fidelidad con el inmovilismo.
Suceda lo que suceda a mi lado, yo no cambio el paso, yo “a lo mío”.
Unos se quedaron en los años 60, otros en los 80, otros en el 2000.
¿En qué momento, Señor, mis pasos se detuvieron?
¿Cuándo deje de aprender cosas nuevas y de recorrer caminos desconocidos?

Sin embargo, la vida cambia continuamente, en todos los ámbitos.
Y Tú me recuerdas: “A vino nuevo, odres nuevos”.
No tengo que cambiarlo todo, pero seguro que debo cambiar algo.

Señor, que abra los ojos a lo que sucede en mi familia, entre mis vecinos, en la comunidad cristiana, en la política, entre la gente que más sufre…
Que abra los ojos y sepa dar una respuesta adecuada y generosa, que lleve alivio y esperanza a quienes me rodean y a las personas que más me necesitan.

Que abra también los ojos a lo que sucede en mi vida, a lo que Tú construyes en mi corazón, a los proyectos que me inspiras…
Que abra los ojos y sepa colaborar contigo, para que mi vida se renueve y crezca en confianza, alegría, amor, entrega y esperanza. Amén.