domingo, 25 de abril de 2021

La ley y el amor

Perdóname, Señor Jesús,
por poner la ley por encima del bien de las personas,
por anteponer mis caprichos al bien de las personas,
por preferir mi comodidad al bien de las personas,
por elegir “el que dirán” antes que el bien de las personas,
por mi dureza de corazón,
por criticar a los que hacen el bien que yo no hago,
por condenar a quienes ponen en evidencia mi egoísmo.

Gracias, Señor Jesús,
porque para ti no hay nada más importante que el bien de las personas,
por dedicar tu tiempo a procurar el bien de las personas
por jugarte y dar la vida por el bien de las personas
por los hombres y mujeres que dedican su vida a ayudar a las personas,
porque me das fuerza para buscar, sobre todo, el bien de las personas.  

Perdón y gracias, Señor Jesús.