domingo, 25 de abril de 2021

Con Él, como Él, en su Iglesia

Señor Jesús, ¡qué a gusto estoy contigo, cuando logro superar la pereza y soy capaz de dejar para luego otras actividades más divertidas o más atrayentes; cuando siento tu cercanía y tu amor, aunque haya sido un desastre o no me hayan ido bien las cosas! Pero, soy tan poco constante y, sin querer, acabo alejándome de Ti. ¡Llámame de nuevo, Jesús, y ven a buscarme para estar contigo!

Señor Jesús, ¡qué feliz soy, cuando comienzo la jornada con el deseo y la voluntad firme de hablar como Tú, de servir como Tú, de entregar la vida como Tú,  de poner mi granito de arena para que en mi familia y mi mundo se respire un poco más de respeto y de fraternidad! Entonces, crece mi libertad, mi capacidad de amar, mi esperanza… Pero, a veces me dejo arrastrar por la rutina, por lo que me apetece, por el cansancio... ¡Llámame de nuevo, Jesús, y dame fuerza, para vivir y anunciar contigo el Reino!

Señor Jesús, ¡mi fe se apoya en la confianza y el amor de tantos hermanos y hermanas, que me aprecian, me animan, me corrigen, me acompañan… Gracias por poner en mi camino tantos hombres y mujeres, niños y personas adultas, que te siguen, te sienten, te reflejan, ellas me ayudan a conocerte y a amar como Tú. 

Pero a veces me desaniman los escándalos de la Iglesia; quiero ser aceptado en la comunidad tal y como soy, pero yo no acepto a todos y exijo una comunidad de personas perfectas. ¡Llámame de nuevo, Jesús, y dame fuerza, para ser humilde trabajador de tu Iglesia!

 ______________________________________________________________________________

Pero a veces me desaniman los fallos de mi parroquia, de mi grupo, de la Iglesia; quiero ser aceptado en la comunidad tal y como soy, pero yo no acepto a todos y exijo una comunidad de personas perfectas.
¡Llámame de nuevo, Jesús, y dame fuerza, para ser humilde trabajador de tu Iglesia!