domingo, 25 de abril de 2021

Ternura rechazada

Señor Jesús, ¡qué feliz soy cuando tengo el corazón abierto, para recibir tu amor y el cariño de las personas que me quieren, para compartir las bendiciones que Tú me regalas!

Pero, a veces -demasiadas veces- me alejo de todos, me aíslo y me cierro; por miedo a fallar o por el temor a sentirme defraudado, porque no me siento digno o porque me considero superior a los demás.

Yo me cierro y no me dejo ayudar y, sin embargo, me cuesta aceptar que otras personas no se dejen cuidar por mí.

Señor, ayúdame a ser más humilde y más abierto. Ayúdame a salir de la cárcel en la que me encierro.

Que sepa afrontar con serenidad el rechazo que sufro cuando vivo tu Evangelio, cuando te anuncio, cuando procuro ayudar a determinadas personas, cuando trabajo por construir un mundo más justo y más fraterno.

Qué el fracaso no me detenga y sea fiel, como San Esteban, a la misión de transmitir el amor y la ternura que Tú nos regalas en cada Navidad. Amén.