Señor Jesús,
Señor, quisiera amar como tú, rezar como tú, defender a los más pequeños como tú, ser libre como tú, decir la verdad como tú, incluso servir como tú… Pero me da miedo ser rechazado como tú y sufrir como tú.
Muchas veces, cuando preveo dificultades y problemas, dejo de hacer el bien, escondo la verdad, busco un camino más fácil, olvido la justicia... Dame fuerza, Señor, para asumir el rechazo, las dificultades y la cruz, como tú. Siempre como tú y contigo.