domingo, 1 de noviembre de 2020

Estar pendientes para servir

 Señor, ¡cuánto agradezco que estén pendientes de mí,
sobre todo cuando me cerca la enfermedad, la soledad, la confusión…!

En tantas personas buenas, que están atentas y me acompañan,
escucho tu voz, que me alienta, y siento tu fuerza, que me levanta.
Señor, no permitas que me pierda en mis trabajos, aficiones y problemas.

Que también yo permanezca despierto, vigilante y atento
a las personas que tengo cerca, a las que sufren, a los “signos de los tiempos”,
para escuchar y responder pronta y generosamente a tus llamadas,
para estar siempre en actitud de servicio desinteresado.

Cuando mantengo esta actitud de atención y servicio,
descubro que Tú estás pendiente de mí, me sirves con alegría
y compartes conmigo el gozo inigualable de servir por amor.
Gracias, Señor.