sábado, 28 de noviembre de 2020

Hemos hecho lo que teníamos que hacer

Padre bueno, me has regalado un corazón parecido al tuyo;
me has dado la oportunidad de amar y servir, como Jesús,
como tantas personas buenas, que aman y sirven con alegría,
en su casa, en su pueblo, con sus amigos, entre los que sufren…
personas que no presumen, ni publican sus buenas acciones;
que te dan gracias cada vez que hacen un favor, un servicio...

Gracias por darnos la oportunidad de amar y vivir así,
gracias por la alegría que sentimos cuando hacemos el bien,
gracias porque podemos decirte cada noche, tras el cansancio del día:
“Somos unos pobres siervos, hemos hecho lo que teníamos que hacer”.