sábado, 28 de noviembre de 2020

Dichoso el que se apiada y presta

Dichoso quien confía en el Señor
y ama de corazón sus mandatos.
Reparte dinero a los pobres,
su caridad es constante, sin falta.
En las tinieblas brilla como una luz
el que es justo, clemente y compasivo.

Dichoso el que se apiada y presta,
y administra rectamente sus asuntos,
porque jamás vacilará.
El recuerdo del justo será perpetuo.

El malvado, al verlo, se irritará,
rechinará los dientes hasta consumirse.
La ambición del malvado fracasará.

Pero el justo no temerá las malas noticias,
su corazón está firme en el Señor.
Su corazón está seguro, sin temor,
y alzará la frente con dignidad.

Salmo 112 (adaptación)