¡Ay si todo el mundo habla bien de vosotros!
porque mucha gente habla bien de mí.
Cuando me preocupo y ocupo de los demás,
recibo tanta gratitud, mucho más de la que merezco.
Además, a veces hablan mal de mí con razón,
por mis excesos y defectos, por mi egoísmo y vanidad.
Señor, ayúdame a convertirme, a ser como Tú,
que fuiste criticado, rechazado y eliminado,
por defender la verdad, la justicia y la fraternidad,
por estar cerca y cuidar a las personas excluidas,
Por ser fiel a la misión que el Padre te confío.
Señor, que sepa soportar las críticas como Tú y Contigo.