Señor, no nos quieres perezosos,
porque hay muchas personas
que necesitan nuestro apoyo.
Señor, tú nos quieres confiados,
porque podemos apoyarnos en ti,
que jamás nos dejas de lado.
Señor, tú nos quieres generosos,
porque nos has llenado de dones,
para enriquecer a nuestros prójimos.
Señor, tú nos quieres alegres,
porque podemos colaborar contigo
en la construcción de un mundo fraterno.
Amén.