El sembrador siembra, riega y cuida la semilla,
pero eres Tú quien la hace germinar y crecer.
Tantas personas han sembrado en mí,
pero eres Tú quien garantiza mi desarrollo.
Yo procuro sembrar en mi gente, en mi pueblo,
pero eres Tú quien hace brotar la paz y la fraternidad.
Procuramos sembrar y cuidar la semilla de la fe,
pero cada persona que confía es un milagro tuyo.
Que sepamos sembrar y trabajar,
como si todo dependiera de nosotros,
y confiemos en Ti y en tu trabajo eficaz,
como si todo dependiera de Ti.
Amén.