miércoles, 26 de julio de 2023

¡Qué dolor tan intenso sufriste!

 

¡Qué dolor tan intenso sufriste, Jesús, al ver Jerusalén,
cerrada a cal y canto para acoger el don de tu amor y tu paz.
Jesús, tú sigues sufriendo y llorando…
en los padres y madres incomprendidos por sus hijos,
en tantas personas que son criticadas por hacer el bien,
en los misioneros y catequistas que anuncian tu palabra sin éxito,
en tanta gente que padece sin ser escuchada y atendida.
Señor, que tus lágrimas me conviertan y abra mi corazón,
para acoger agradecido las bendiciones que me regalas,
para comprender la frustración de tantas personas entregadas,
para no pasar de largo frente al dolor de mis próximos.
Amén.