Te acogemos y te damos gracias, Jesús. Tú eres nuestra luz, la luz que nos ayuda a ver que Tú eres el Amor de los amores.
Te acogemos y te damos gracias, Jesús. Tú eres nuestra luz, la luz que nos permite mirar con cariño a las personas.
Te acogemos y te damos gracias, Señor. Tú eres la sal, la sal que da a esta sociedad sabor a justicia y a solidaridad.
Te acogemos y te damos gracias, Señor. Tú eres la sal, la sal que da a nuestra vida el sabor de la alegría y paz.
A pesar de nuestros pecados, Tú quieres que seamos luz, la luz que ayude a los hermanos a ver el camino de la felicidad.
A pesar de nuestra pequeñez, Tú quieres que seamos sal, la sal que ponga sabor a Evangelio en las familias y el mundo.