miércoles, 26 de julio de 2023

Las enfermedades y desgracias no son un castigo tuyo

 

Señor, gracias por enseñarnos que las enfermedades y desgracias no son un castigo tuyo. Tú eres el Bien, sin mezcla de mal, y la fuente de toda bondad. Tú te dedicas a perdonar, a sanar, a salvar, a resucitar… Tú haces salir tu sol sobre malos y buenos y haces caer tu lluvia sobre justos e injustos. 
 
Sabes, Padre, que no podemos entender cómo permites tanto sufrimiento y te pedimos que nos ayudes a afrontarlo como tu Hijo Jesús, con su mismo amor a las personas que padecen, con su misma confianza en Ti. Entra, en nuestra pequeña barca, zarandeada por guerras, enfermedades y desánimos. Sólo Tú puedes darnos paz en la tormenta.
 
Finalmente, te damos gracias porque nos adviertes que podemos perder la vida, si no acogemos tu amor, si no damos frutos, si vivimos de espaldas al hermano, si dejamos la conversión para un mañana que nunca llega. Gracias, Señor.