Señor Jesús, estamos cargados de prejuicios.
¿De Nazaret puede salir algo bueno?
¿De ese país puede salir algo bueno?
¿De aquel extranjero puede salir algo bueno?
¿De ese partido puede salir algo bueno?
¿De aquellos ateos puede salir algo bueno?
¿De esta Iglesia puede salir algo bueno?
¿De esos ignorantes puede salir algo bueno?
¿De esta cultura puede salir algo bueno?
¿De ese conflicto puede salir algo bueno?
¿De esta enfermedad puede salir algo bueno?
¿De este fracaso puede salir algo bueno?
¿De mí puede salir algo bueno?
Abre nuestros ojos para percibir tu presencia.
Tú eres el Emmanuel, el Dios con nosotros,
habitas en el corazón de cada persona
y te haces presente en cada situación.
Por tanto, de todo y de todos puede salir algo bueno.
¡Que sepamos reconocerlo y alentarlo!
Amén.
